juicio de Enamorados. Y él la miró con ojos de ternura que trasmitían desde su iris un amor profundo, que aun en el paredón de fusilamiento se negaba a morir; y le preguntó- ¿porque te marchas? -Ella respondió -simplemente saco mi física figura de las paredes del abandono donde me encerraste; porque de tu vida me sacaste hace mucho- ¿Pero cuando?- preguntó él Como el hombre bomba inocente del daño colateral de sus acciones- desde el mismo instante que te dio igual la prenda que sin duda lucia para ti- respondió ella desde el estrado emocional de su defensa, aunque era su defensa le dolía porque se defendía de aquel a quien amaba y continuó con su pretexto; desde el mismo momento que tu mirada hacia mí se volvió pálida y fría-Pero yo te amo, como si tu alma fuese la mía- expresó encendido en una agonía-no dudo tu amor- asintió sin ira-pero me diste amor de bolsas vacías, migajas dormidas que yo recogía; porque a pesar de todo yo si quería, quería mantener pilares con vida, querí
Un sitio para deleitarse con la lectura, y envolverse en la poesía.