LA MOSCA Y EL ÁGUILA.
Cierta mosca se encontraba posando
sobre los restos de un búfalo, era un día bastante soleado por lo general
muy tranquilo como los demás días en la
pradera. Concentrada la ingenua mosca en sus qué haceres sobre los restos mortales; oyó a lo lejos el sonido
de un águila, observó un movimiento entre unas hojas secas.
- - Que será lo que hay allí? dijo la mosca
dentro de sí.
Sigilosamente se cambió de
lugar, ya que había tenido un altercado reciente con el camaleón; y estaba
traumada por el incidente. El extraño
movimiento lo hacia la serpiente, quien sagazmente se ocultaba debajo de las
hojas, como si tuviese huyendo.
- - Que tienes?
Pregunta la mosca
preocupada.
A lo que la serpiente
responde.
- - Shiii, has silencio.
- - Porque tengo que hacer silencio?
- - Porque si el águila sabe que estoy aquí
vendrá y me comerá.
Esto se hizo preocupante
para la mosca ingenua, y empezó a razonar
-
Si esta culebra siendo un animal tan letal,
le está huyendo a un simple pájaro entonces que quedará para mí?
Y en un abrir y cerrar de
ojos estaba metida debajo de las hojas junto a la serpiente, quien extrañada
por la acción evasiva de la mosca le pregunta
- - Que haces aquí?
- - Shiii, silencio.
Replica la mosca y
observando a los alrededores, como en una escena de suspenso.
-
No hables que si el águila te está buscando a
ti un animal tan letal como lo eres, yo con mayor razón seré presa fácil para
ella.
- Dijo
la mosca a la serpiente, la que mudo su rostro de miedo a burla
- - Acaso estás loca? Águila no casa mosca.
- - Es en serio?
La mosca no podía creer tal
cosa, le parecía ridículo; ella era un ser de menor riesgo para cazar. Dejaron de
oír el sonido del águila por un instante, cuando de repente como un relámpago frente
a los ojos atónitos de la mosca, el águila se llevó la serpiente entre sus
garras.
Ante la duda de porque ella
no era una presa para el águila fue a consultar a la sabia pereza
- - Sabia pereza del bosque, vengo ante ti para
que me resuelvas un enigma. ¿Por qué razón, el águila no caza mosca?
- - Es sencillo.
Respondió
la pereza con mucha calma.
- - Para las águilas las moscas son
insignificantes, desde el punto de vista alimenticio, esto te puede sonar
arrogante; pero es parte de la naturaleza del águila. Pero, para ti mi querida
amiga hay una definición distinta sobre ella, porque cuando terminen los días de
su vida; tu especie está allí para aprovecharse de lo que una vez fue su
majestuosidad.
MORALEJA:
NO DESESTIMEMOS A QUIENES NOS RODEAN, TOMÁNDOLO COMO DE MENOS IMPORTANCIA.
TODOS SOMOS IMPORTANTE, AUNQUE CON CUALIDADES DISTINTAS.
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